Tom está listo para vencer a las corporaciones que han comprado a nuestra democracia. Él propondrá límites a los términos en el Congreso.

Nuestros funcionarios electos no conocen la realidad de nuestras necesidades, y están más enfocados en conseguir la reelección que en hacer lo que es correcto. Lo que estamos viendo en Washington es que entre más tiempo pase un funcionario en su mandato, más se apegan a los respaldos corporativistas y a los grupos de intereses especiales. Así es como las corporaciones lograron comprar nuestra democracia al paso del tiempo, para hacer que trabaje para ellas, y no para el pueblo. La única forma en que vamos a recuperarle es con reformas estructurales profundas como el límite a los términos.

Tom está en la contienda presidencial, desde afuera de la cúpula de poder de Washington — poniendo su confianza en el pueblo, porque él sabe que el cambio comienza a partir de nosotros, no desde adentro de un sistema que está dominado por la codicia y la ambición. Los límites de términos son sólo una de las maneras en que repararemos nuestro sistema político con una reforma estructural robusta.