Corporaciones desbocadas y sus corruptos aliados están controlando nuestra democracia — Tom pondrá al pueblo nuevamente en el timón.
Tom fundó su pequeña firma de inversión y logró que creciera a $36 mil millones. En el transcurso de ese tiempo él se familiarizó íntegramente con nuestra economía. Tom no sólo tiene el perfil y la experiencia empresarial para enfrentar a Tom sobre la economía, él también comprende que el capitalismo puede ofrecer varios beneficios — libertad de opciones, competencia, innovación, y un sostenido crecimiento económico.
Sin embargo, Tom igualmente sabe que el capitalismo sin freno merma nuestra democracia y daña a muchas personas.
Para asegurarnos de tener medicamentos asequibles, educación accesible, y un planeta saludable, el plan de Tom propone cambios audaces, incluyendo una profunda reforma estructural y un impuesto a la riqueza. Sólo si regulamos apropiadamente a las corporaciones e instituimos reglas justas podemos garantizar que nuestro gobierno verdaderamente le pertenezca al pueblo.
Rompiendo el yugo corporativista
Como presidente, Tom promulgará una reforma estructural integral, para que los cabilderos corporativistas y los intereses especiales ya no tengan el control sobre nuestra democracia. Los sindicatos laborales son una poderosa fuente de control ante las corporaciones, y Tom apoyará su derecho a organizarse para obtener protecciones laborales, tales como un salario mínimo de $15/hora, un incremento al crédito al impuesto por ingreso del trabajo, y expansiones a las prestaciones del retiro.